En los primeros meses de 2014, algunas personas de Sincosoft nos preguntamos: ¿qué podemos hacer para qué nuestros proyectos de desarrollo se completen sin tantos inconvenientes?; para ese momento habíamos hecho nuestros primeros pinitos en lo que considerábamos la «implementación» de Scrum en las áreas de desarrollo: dividiendo el trabajo en iteraciones, haciendo uso del Team Foundation Server (TFS) para gestionar el trabajo a ejecutar y nombrando a las auxiliares de calidad como Scrum master, para que administraran el trabajo en el TFS en cada iteración; sin embargo los resultados no mejoraban y nuestros proyectos seguían generando insatisfacción en los clientes.

Unas semanas después tuvimos la oportunidad de conocer a Luis Mulato un facilitador de Kleer (empresa dedicada a apoyar el camino de la adopción de prácticas ágiles), el cual nos comentaba algunas alternativas que podíamos tomar para acelerar la adopción de Scrum, y obtener de esta manera mejores resultados y la entrega de valor al cliente en iteraciones cortas; luego de varias reuniones con Luis Mulato, decidimos como compañía que iniciaríamos la adopción de Scrum con el apoyo de Kleer; Así fue como en mayo de 2014 se envió a los Directores de equipo de trabajo y sus respectivos jefes de desarrollo a un curso de certificación como Scrum developer (CSD).

El equipo de Sincosoft aplicando prácticas agiles en el desarrollo de un producto de software

Los asistentes al CSD recibiendo feedback luego de finalizar una iteración.

En el CSD las personas que asistimos tuvimos la oportunidad de conocer de manera práctica y dinámica los roles, ceremonias y artefactos que hacen parte de Scrum, así como también entendimos que Scrum y las prácticas agiles son más que hacer ceremonias o llenar artefactos; en ese momento tuvimos una epifanía como equipo: «lo qué estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo, está lejos de los principios en los que se basa el agilismo y de un enfoque de mejora continua».

Luego del CSD, todos los asistentes salimos muy motivados y energizados, queríamos hacer muchas cosas, pero no sabíamos por dónde empezar; fue en ese momento cuando decidimos que el primer paso sería socializar al equipo de desarrollo lo que aprendimos, también consideramos que la mejor forma de hacerlo sería un taller interno para ayudarnos a motivar y energizar a los asistentes; este taller fue facilitado por todos los DET’s y jefes de desarrollo que tomaron el curso de certificación.

Primeros asistentes al taller interno en el Ball point game.

Jaimito y Alejo facilitando su primer taller de socialización.

A partir de la buena acogida que tuvo la primera ola de talleres internos, definimos que todo el personal de Sincosoft debía saber qué es Scrum, validando qué prácticas del marco de trabajo podían aplicar en su respectiva área; esta segunda ola de facilitación fue ejecutada por un grupo de investigación creado con el objetivo de crear un taller con un enfoque menos técnico y más transversal, de modo que los temas tratados puedan ser de fácil entendimiento para todas las áreas de la compañía.

Con cada ola de talleres que facilitábamos, nos enfocábamos en aspectos a mejorar a partir del feedback que nos daban los asistentes al finalizar la jornada, fue así como identificamos que el uso del Kanban y sus conceptos no quedaban tan claros, que el ejercicio de estimar esfuerzos con tallas de camisetas era muy confuso frente al que usaban los equipos en la realidad, y muchos otros aspectos que han ido mejorando el taller respecto al que facilitábamos en la primera ola; de esta forma el taller evolucionó y pasó de ser de uno a dos días, para dar más claridad en los ejercicios y buscar abarcar más temas que quedaban muchas veces en el aire.

Los talleres internos se siguieron realizando cada tres meses y a diciembre de 2015 se lograron capacitar 223 miembros de Sincosoft, los cuales representan aproximadamente el 94% del total de los integrantes de la compañía a esa fecha; fue gracias a estos talleres de introducción al agilismo que se empezó a visualizar cómo cada vez más equipos se interesaban en este tema, dando como resultado a diciembre de 2015 que todos los equipos de desarrollo y áreas no técnicas como Comunicaciones, Gentesoft y Gestión de clientes, aplican prácticas y artefactos de Scrum o Kanban en su trabajo diario.


A partir de noviembre de 2015 entregamos certificados de asistencia al taller.

Asistentes al taller de introducción al agilismo de diciembre de 2015.

Mientras que la iniciativa de los talleres de introducción al agilismo iba tomando tracción, en junio de 2015 se formó en Sincosoft el equipo de transformación ágil, el cual con el apoyo de sesiones de coaching ágil facilitadas por Luis Mulato, llegó a la siguiente conclusión: El agilismo habla de personas motivadas y equipos auto-organizados, sin embargo estos son temas que no se resuelven solamente con Scrum; estos vacíos que identificamos junto a las sesiones de coaching ágil nos revelan la existencia de modelos que van más allá de Scrum, y que nos pueden transformar de ser una empresa que hace prácticas agiles, a ser una empresa más ágil.

Foto de una de las sesiones de coaching ágil de Luis Mulato al equipo de transformación.

Fue así como conocimos un modelo de management que se acopla de manera perfecta a los entornos agiles, este modelo se conoce con el nombre de Management 3.0 y fue creado por Jurgen Appelo; con él evidenciamos que adicional a la adopción de un marco de trabajo ágil, es necesario un proceso de transformación cultural en la compañía y de todos sus integrantes; junto con el modelo de Management 3.0 también encontramos propuestas interesantes que explican principios y prácticas que nos han apoyado a recorrer este camino.

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